¡ Bienvenidos al Arte de Vivir Bien !                                     Preservando el  Ecosistema logras    una MEJOR CALIDAD DE VIDA .


Introducción a la Arquitectura Sustentable

 

La arquitectura sustentable implica una manera de pensar, diseñar, construir y operar edificios teniendo en cuenta la responsabilidad ambiental y ecológica de la arquitectura. Partiendo de la necesidad de desarrollar actividades humanas, y asentándose en una visión económica y cultural que tenga en cuenta las particularidades locales, antepone la decisión de no comprometer el desarrollo y el medio ambiente de generaciones presentes y futuras, buscando minimizar el uso de recursos escasos y sin producir emisiones contaminantes. 

El ambiente artificial y complejo que rodea al habitante urbano ha sido, en mayor o menor medida, acondicionado para protegernos de las "incomodidades" de la naturaleza con un altísimo costo energético. Si hace cien años los edificios eran naturalmente pasivos y poco consumistas, hoy se han convertido en grandes consumidores de energía. Recién en estos últimos años, cuando se vuelven urgentes cuestiones ambientales y de alcance global como el calentamiento del planeta y la disminución de la capa de ozono en los polos, el concepto de "desarrollo sustentable" se instala en la discusión social proponiendo garantizar estándares elementales de calidad de vida a partir de soluciones basadas en la potencial reorganización del modo productivo actualmente imperante.

En la Argentina, no existe aún una conciencia clara de la necesidad de cuidar nuestros recursos, especialmente entre los proyectistas del hábitat. Se desconoce el impacto que el uso de distintos materiales produce durante su ciclo de vida, se desatienden cuestiones de diseño bioclimático al proyectar edificios o espacios exteriores y se derrochan recursos escasos como el agua. Por otra parte, la falta de controles y reglamentaciones claras produce altos niveles de contaminación ambiental, especialmente en zonas urbanizadas y económicamente poco favorecidas.

Los edificios construidos en el presente, desarrollarán su vida útil por lo menos durante los próximos cincuenta años. La incierta situación energética y política futura, tanto en el nivel nacional como mundial, no permite asegurar que diseños de alto consumo energético puedan ser mantenidos en el tiempo, por sus altos costos económicos y ambientales. Un contexto de crisis social y económica, es también una oportunidad que abre la puerta a nuevas visiones arquitectónicas y urbanas donde el uso racional de recursos, el ahorro, la reutilización y el reciclado brindan herramientas sustentables y posibles de desarrollo. 

Considerar la sustentabilidad aplicada a la arquitectura y a la construcción de los edificios implica tener en cuenta todo el ciclo de vida del inmueble. Implica la concepción, la ejecución, el uso y la explotación a lo largo de su vida útil, y el fin de la misma, momento en que el edificio deberá ser adecuadamente reincorporado al medio natural. 

La etapa de proyecto es fundamental para el logro de una arquitectura sustentable. Es, en esta etapa donde las decisiones adoptadas deberán resolver adecuadamente los diversos factores que condicionan la sustentabilidad de la solución.

Un aspecto fundamental a tener en cuenta, es el diseño de edificios y espacios exteriores considerando el importante potencial de mejoramiento en la calidad habitacional y el ahorro energético. La adopción de pautas de diseño bioambiental que consideren las condiciones microclimáticas locales tanto en la elección de materiales y sistemas constructivos como en la forma, orientación y ubicación de locales y demás elementos arquitectónicos, permitirá un importante mejoramiento en la calidad de iluminación, ventilación y condiciones térmicas de los espacios construidos, que se verificarán también en menores consumos de electricidad y gas.

Los materiales serán elegidos teniendo en cuenta el ciclo completo de los mismos. El impacto ambiental que producen los procesos de extracción de las materias primas depende en gran medida de las transformaciones que acarrea en el medio natural, las tecnologías empleadas en dichos procesos, el consumo de energía que demanda y los desechos que genera. Asimismo, deben tenerse en cuenta los requerimientos de transporte del material producido, hasta el sitio donde será 

empleado. 

El siguiente paso en el proceso es la edificación, montaje y puesta en relación de los distintos materiales seleccionados. La sustentabilidad de este proceso depende en parte de las decisiones adoptadas en la etapa de proyecto. Las tecnologías elegidas, los deshechos generados, la posibilidad de su reutilización y la manera de disponerlos en el medio natural, la cantidad y calidad de energía a consumir, deberán ser siempre minimizadas, y su gestión deberá ser responsable y acorde con el criterio inicial.


 

Finalizada la construcción, comienza el uso y explotación del edificio, que genera consumo de recursos (agua, energías varias, alimentos y otras materias primas) y produce residuos orgánicos e inorgánicos. Este proceso deviene en el envejecimiento del edificio, cuyo deterioro deberá ser contrarrestado por un proceso de mantenimiento sistemático y constante.

En la medida en que se minimice el consumo energético y la producción de residuos en los procesos de explotación y mantenimiento de la obra, la solución será más sustentable. Esto podrá incrementarse con la elección de sistemas que utilicen recursos energéticos renovables, racionalicen el uso del agua y reciclado o reutilización de los residuos producidos.

Paralelamente, la elección de criterios bioclimáticos redundará en mejores condiciones de confortabilidad y habitabilidad del edificio, con notables mejoras en la calidad de vida de sus habitantes.

Cuando la obra cumple su cometido y agota la vida útil prevista, de acuerdo a sus funciones y a los materiales con que fue diseñada, debe ser nuevamente incorporada en el medio natural. Esta etapa también será planeada en el proyecto a fin de minimizar el impacto ambiental que esta acción genere.

Los edificios pueden ser parcial o totalmente ¨deconstruídos¨. Así muchos elementos cuya durabilidad sea mayor que la del edificio, pueden ser reutilizados en otras construcciones, o podrán ser desmontados para ser reciclados en forma separada, dejando las partes a ser demolidas libres de otros materiales, lo que permitirá que sean incorporados, a su vez, en otras edificaciones.

Reflexionar acerca del proceso constructivo desde la óptica antes explicitada supone la compresión de un nivel más profundo de la complejidad de la arquitectura. Implica comprender al hecho construido como un eslabón en una larga cadena que comienza en la naturaleza, se transforma, siempre bajo la acción de algún tipo de energía, se complejiza en la obra, combinándose con elementos surgidos de una industria que comprende múltiples rubros productivos distintos y, por último, se mantiene a lo largo del tiempo, en el uso del edificio.

El actual deterioro del ambiente natural y artificial, y la conciencia generalizada de cuidar nuestro mundo aún no han influido contundentemente en los proyectistas del hábitat. Este proyecto propone incorporar criterios ecológicamente responsables, adoptando planteos locales de edificación holísticos y globalizadores, teniendo en cuenta algunos de los criterios básicos de la ecología.